Interpretación de emociones por el contexto:

Una vez el niño es capaz de identificar las emociones observando la expresión facial, se trata de aprender a interpretar el contexto que rodea esa emoción: la situación, los antecedentes y las consecuencias en el entorno. De esta forma el aprendizaje no se limita a recordar claves visuales, como que la boca hacia arriba implica estar contento, sino que en este tema se plantean situaciones donde no se ve la cara del protagonista y el niño deberá adivinar la emoción que experimenta teniendo en cuenta el lenguaje no verbal, la reacción de los demás, etc. en definitiva, el niño deberá ponerse en el lugar de la persona para inferir la emoción que estará sintiendo.

Los ejercicios planteados mantienen una dificultad creciente, empezando por situaciones conocidas que pueden haber experimentado ellos mismos, y avanzando hacia situaciones menos habituales o que suceden a terceras personas.

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