¿Qué son los Trastornos del Espectro Autista?

Los niños con TEA presentan alteraciones en el desarrollo psicomotor, pero el término TEA acoge un amplio abanico de personas muy diferentes, ya que las manifestaciones clínicas se presentan de forma distinta según el grado de afectación, el momento evolutivo y los recursos individuales de cada persona:

  • Comunicación e interacción social: las dificultades pueden variar desde un retraso o ausencia de lenguaje verbal, hasta problemas para mantener los turnos en una conversación. La comunicación no verbal suele estar alterada (contacto visual, uso de gestos, expresión facial…) y muestran dificultades para las interacciones con los iguales, que pueden manifestarse con poco interés en el otro, aproximaciones y comentarios inadecuados al contexto o falta de habilidades sociales para hacer amigos.
  • Presencia de conductas repetitivas, hipersensibilidades sensoriales y adherencia a rutinas o patrones de conducta ritualizada u obsesiva. Las dificultades deben estar presentes antes de los tres años, pero puede que no se manifiesten hasta que las exigencias del contexto superen las limitadas capacidades del niño.

Con la publicación del manual de Diagnóstico DSM 5 de la APA (American Psychiatric Association, 2013) los diagnósticos de Autismo, Síndrome de Asperger y Trastorno Generalizado del Desarrollo, se recogen en una única categoría diagnóstica que los engloba a todos: los Trastornos del Espectro Autista (TEA). Con esta nueva clasificación, se distinguen 3 niveles de severidad según el grado de apoyo que necesitan y se tienen en cuenta otras condiciones que facilitan o dificultan la integración al contexto.

¿Qué quiere decir Autismo?

La palabra Autismo suele asustar a cualquier padre, ya que se asocia rápidamente a imágenes o películas que presentan niños aislados, sin lenguaje y balanceándose sin cesar. Estos son algunos comportamientos que pueden presentar niños con autismo, pero no son representativos ni generalizables a todos ellos. El Autismo es un trastorno del desarrollo ligado a causas genéticas, aunque también se ha relacionado con factores ambientales. Afecta al desarrollo normal esperable del sistema nervioso central y se manifiesta posteriormente y de forma gradual en la sintomatología clínica característica del trastorno.

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¿Cuáles son los síntomas más frecuentes del TEA?

La presentación clínica del cuadro puede variar mucho de un niño a otro, según su capacidad intelectual, edad, adaptación social, trastornos asociados, etc. El principal síntoma que caracteriza el autismo es la dificultad para comprender el funcionamiento de la comunicación y las relaciones sociales de forma recíproca, es decir, incorporando el punto de vista del otro y no sólo de manera unidireccional. Puede haber iniciación social, pueden disfrutar del contacto físico, establecer contacto visual, mostrar sonrisa social… pero aún presenta dificultades para interactuar de manera natural con sus compañeros y, a menudo, mostrando más interés en el objeto o actividad, en lugar de a la interacción misma.

Al mismo tiempo, son niños que tienen dificultad para desengancharse de un objeto, actividad, movimiento o área de interés, no tanto porque se enfaden si no lo pueden hacer, sino por su preferencia natural para administrar su tiempo libre girando alrededor de tareas, actividades o temáticas repetitivas y, en ocasiones, poco funcionales.

Algunos padres a menudo pueden preocuparse acerca de cualquier comportamiento diferente que haga su hijo, pero no ser causa de consulta o tratarse de un problema o trastorno. La primera preocupación suele venir de los padres, a veces alrededor de los 13-18 meses, porque se dan cuenta que el niño no les atiende, parece que tiene problemas de audición (pero saben que no porque si abren un caramelo o dicen de salir a la calle, por ejemplo, se gira enseguida), le ven sociable pero muy independiente y con poco interés en sus compañeros. Estas conductas en un niño pueden pasar más desapercibidas, pero cuando se trata de un segundo hijo, los padres suelen observar las diferencias. En la guardería es generalmente otro ámbito donde detectan las dificultades, especialmente el grupo de niños con TEA más aislado.

El diagnóstico suele ser fiable a partir de 36 meses (3 años), cuando se espera que todo lo que se refiere a la comunicación y el lenguaje esté desarrollado, así como el ámbito de la interacción social y el juego simbólico. Sin embargo, se puede empezar a trabajar con niños muy pequeños con el objetivo de estimular todo lo que se refiere a el intercambio social, a disfrutar de la interacción y ayudar a responder a las demandas sociales, así como para enseñar a los padres y personas de su alrededor a enseñarle a jugar y ser capaz de manejar cualquier problema de comportamiento, dificultades para dormir, para comer, etc.